La gargantilla más famosa de los 90 vuelve a nuestros joyeros pero de una forma más sofisticada.
Dejamos atrás el clásico choker entrelazado de "plástico" con efecto tatuado de inspiración victoriana que todas hemos llevado cuando éramos pequeñas, en mi caso, o en los 90.
Su principal diferencia respecto a los collares más convencionales es la forma y el modo que se ajustan al cuello.
En los años 40 las revistas lo apodaron como "collares de perro".
Actualmente podemos encontrarlos de diferentes colores y materiales, desde terciopelo hasta pedrería, pasando por el hilo, la seda, el encaje, etc. Pueden ir con algún toque de pedrería en el centro o sin acompañante.
La cuestión es que sea cual sea el que se escoja, el efecto es el mismo. Aporta un cierto aire gótico, a la vez que un toque muy sexy, realzando la zona del cuello.
Ha empezado este revuelo, como siempre, por la celebrities y "influencers" de moda, durante la pasada primavera, pero ahora de cara a Otoño-Invierno 2016/2017, viene pisando aún más fuerte.
Grandes firmas tales como Yves Saint Laurent han apostado por esta nueva moda, ¿eres la siguiente en caer?
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